INACIO SOARES

Al fallecer su padre, Inacio se propuso mejorar la finca desde sus cimientos. Abierto a nuevas ideas desde el manejo del suelo, el procesamiento y el secado. Los resultados en la taza realmente hablan por sí mismos. La finca es lo suficientemente pequeña como para que no se utilicen máquinas cosechadoras mecánicas, lo que generalmente es poco común en Brasil. El cuidado y la atención a los detalles en la recolección y el procesamiento son primordiales para Inacio, él cree que al invertir en la finca puede levantar a toda la comunidad.

Lo que es aún más impresionante es que estas son, de hecho, las mismas plantas de café que su padre vendía como café convencional. En el pasado puntuaban menos de 80 puntos para la venta de mercado, pero ahora con los cambios promovidos por Inacio, este lote llega a los 86 puntos.